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Todas las frases que puedas imaginar, todas las conversaciones que puedas tener en tu cabeza, todas las respuestas geniales y súper certeras; todo lo que decís y respondés y lo que preguntás y repreguntás. Todo eso de nada sirve, porque a la hora de la conversación real, una vuelta de tuerca tan simple como ver las cosas desde la óptica del otro, anulan las horas y horas de vueltas en la cama planeando al detalle tu ataque y defensa...
(x http://poruncortesano.blogspot.com)
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